Me llevó un par de semanas hacerlo, entre moldes de papel, alfileres y mi máquina de coser iba dándole forma por las madrugadas. Los detalles los dejé para el final (12 de la noche del día del estreno!), luego de googolear varias opciones encontré la solución perfecta: unas hermosas flores con botones. Una solución sencilla, pero que quedó perfecta en el cinturón! 4 flores, una por cada año...
Nunca imaginé el impacto que tendría en Adriana, su carita se iluminó cuando lo vio y lo primero que hizo cuando se lo probé fue correr al espejo para ver si funcionaba: para ver si se levantaba al dar vueltas!!
Había olvidado la magia que puede tener un vestido, te hace volar, dar saltos como nadie...
... te hace girar y girar, y transportarte hacia un mundo de magia y fantasía!
¡Gracias mi princesa por recordarme la felicidad inocente que puede tener un vestido hecho con amor!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todos los comentarios son bien recibidos!